
La Razón es un periódico de derechas. Recebi la impresión de que La Razón es más crítico
de Pujol que El País, un periódico de izquierdas. Es porque La Razón se burla
Pujol recitando su latiguillo – “dicen, dicen, dicen”. Dice que él es
un hipócrita porque él es usualmente abierto al debate pero ahora, no discutirá
sin la presentación pruebas. Están mostrando su caso estar muy débil y
asustado cuando dice “se movía inquieto
en su asiento Cristóbal Martell, abogado de Pujol”, posiblemente implicado
que el abogado estaba nervioso.
Los artículos están aquí:
El país
El
expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha asegurado este lunes en el
Parlamento catalán que el dinero de la supuesta herencia no declarada de su
padre “no procedía de la gestión pública” y que no tiene ni ha tenido “cuentas
en el extranjero”. Pujol lo ha dicho durante una breve declaración leída en el
marco de la comisión de investigación creada a raíz de su confesión el pasado
verano de que había tenido dinero sin declarar. El exdirigente nacionalista se
está negando a responder a la mayor parte de preguntas de la oposición o lo
hace con evasivas.
“No
pretendo contestar pregunta por pregunta ni tampoco al final de la sesión”, ha
advertido Pujol a los grupos del Parlamento catalán al comenzar su
comparecencia. “El juicio a mis 23 años de presidencia se tendrá que hacer en
otro sitio, ahora no corresponde hacerlo”, ha insistido el expresidente.
Pujol
lamenta que el interrogatorio ante el juez “fuera divulgado entero”, pero
también dice que el ciudadano "tiene información directa”

El
portavoz del PSC, Jordi Terrades, ha pedido a Pujol un “esfuerzo de
transparencia” para explicar el recorrido del dinero legado por su padre: “No
intente salvar el patrimonio familiar e intente salvar parte de su legado
político”. La única respuesta de Pujol en este sentido ha sido recordar el acta
notarial en el que se formula la donación de 183 millones de euros.
MÁS
INFORMACIÓN
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ante el juez: "No quiero saber nada del dinero"
Pujol
niega ser un político corrupto, pero no aclara su fortuna oculta
El
diputado del PP Santi Rodríguez ha insistido en que este documento no es una
prueba suficiente para demostrar el origen del dinero. “Siete meses después no
hemos visto ningún documento del legado de su padre”, ha asegurado antes de
acusar al actual presidente catalán, Artur Mas, de esforzarse en que no se sepa
nada y en taparlo todo”. Pujol se ha negado a responder también a este
diputado. Sí ha dicho que son sus hijos y no él quienes deben responder sobre
el dinero que han ganado fruto de sus actividades.
La
mujer del expresidente catalán, Marta Ferrusola, ha dicho en su primera
intervención que no declararía, pero después ha respondido a Oriol Amorós, de
ERC, que cuando ella iba a Andorra era para esquiar. Marta Ferrusola, imputada
por blanqueo de capitales, ha dicho no recordar cuándo recibió el dinero de su
suegro, el padre del expresidente catalán. “Mi memoria es muy pequeña”, se ha
disculpado. También ha puesto en cuestión que sus hijos lleven un ritmo de vida
elevado y, preguntada, por los coches de lujo del mayor de sus hijos, ha dicho
que los pudo comprar porque estaban deshuazados “y los arregló”.
Varios
portavoces de los partidos le han preguntado a Marta Ferrusola por el origen
del dinero que tenían depositado en paraísos fiscales. Ella tampoco ha aclarado
detalles al respecto. "Yo no sé nada", ha dicho. Sobre las cifras que
se manejaban, la esposa del presidente ha asegurado: "no tenemos ni un
céntimo".
Sobre
sus negocios con la Generalitat, Ferrusola ha añadido que “nunca” se presentó a
ningún concurso público. Y acerca de la situación actual de su familia ha
defendido a sus hijos. “Estoy muy orgullosa de ellos”. También ha dicho que la
situación económica que tienen no es buena: “Van con una mano delante y otra
detrás”.
La
razón
Si el
"això no toca" (esto no toca) fue uno de las frases fetiche en los 23
años de Jordi Pujol al frente de la Generalitat, su comparecencia en la
comisión de investigación del Parlament dejará su "dicen, dicen,
dicen" como sarcástica respuesta a las reiteradas preguntas de los
diputados sobre su fortuna oculta.
Pujol
ha dado esta tarde el pistoletazo de salida a un carrusel de comparecencias que
llevarán a toda su familia a la Cámara, hoy también a su mujer, Marta
Ferrusola, y a su hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola, y en las próximas semanas
al resto de sus hijos.
Con su
inconfundible estilo, a veces irónico y dicharachero, otras tajante e
indignado, Pujol ha acudido a la comisión sobre fraude fiscal dispuesto a no
atender a las preguntas de los grupos parlamentarios, si bien finalmente ha
acabado entrando en un toma y daca continuo que no ha alumbrado en todo caso
demasiadas novedades.
A
diferencia de cuando compareció voluntariamente cinco meses atrás en la
Comisión de Asuntos Institucionales, visita que acabó con una dura reprimenda a
los diputados, Pujol ha regresado al mismo escenario, esta vez como imputado,
condición que no ha evitado que en la Sala de Grupos se haya visto a un
expresident más relajado.
A las
tres de la tarde, con traje gris y corbata azul cielo, Pujol ha llegado con
pausa entre una marabunta de cámaras. Ya en su silla, tras un sorbo de agua,
limpiar sus gafas, una última ojeada a sus apuntes y observar detenidamente a
los diputados, ha leído una intervención que traía preparada de casa.

Pero
aunque el formato debía ser el de cinco minutos de preguntas por grupo y
posterior respuesta, el Pujol más genuino ha decidido saltarse el guión y
entrar en un constante intercambio dialéctico.
Dinámica
que ha hecho sudar de lo lindo a dos personas. Por un lado, al presidente de la
comisión, David Fernández (CUP), con una camiseta blanca con la palabra
"Allende". Con una mano controlaba el cronómetro y con la otra tenía
que abrir continuamente el micrófono de Pujol cuando intervenía a su antojo,
además de hacerle de intérprete improvisado ante preguntas que no escuchaba bien.
A unos
metros, entre los sesenta asistentes, se movía inquieto en su asiento Cristóbal
Martell, abogado de Pujol. Con un abanico de documentos, negaba con la cabeza a
varias preguntas o hacía gestos al exdirigente para que cortara su respuesta o
rebajara el tono, algo que también ha hecho con la esposa de Pujol.
Y entre
risas a veces, otras con visible enojo, el expresidente se ha mostrado crítico
con los diputados, entre los que hoy no había ninguno de los principales
líderes de la oposición.
El
presidente catalán ha insistido en que un debate "pierde una cierta
consistencia" si se instala en el "dicen, dicen, dicen", por lo
que en su opinión hay que "recurrir a otros organismos" que no se
basen en esa máxima de la palabrería porque "las cosas se tienen que
demostrar".
En otro
momento de su intervención, Pujol ha argumentado que no quería responder a las
preguntas de la oposición para no "continuar con el bla, bla, bla de
insinuaciones".
El
expresident ha añadido que la mayoría de las afirmaciones de la oposición solo
pretendían "hacer más grande la pelota" del debate sobre el origen de
su fortuna familiar y ha advertido de que no ha acudido al Parlament para
protagonizar "un toma y daca" con suposiciones que, a su parecer, no
son ciertas.
Han
sido varios los parlamentarios que han recogido el guante del "dicen,
dicen, dicen" en sus últimas intervenciones: el exdiputado del PP Santi
Rodríguez le ha recordado que hubo una época en que se "decía, decía,
decía" que Pujol no tenía dinero en el extranjero, y ahora se ha
descubierto que sí.
Por su
parte, la diputada de la CUP Isabel Vallet ha expresado al presidente catalán
su temor de que tras el "dicen, dicen, dicen" se escondiera una
consigna de "roben, roben, roben", y le ha advertido de que en un
futuro ese estribillo podría transformarse en "sentencias, sentencias,
sentencias".
Jordi
Terrades, del PSC, también ha reaccionado al juego de palabras de Pujol,
emplazándole con otro retruécano sin éxito: "Explique, explique,
explique".
El
intercambio más acalorado ha sido con Oriol Amoròs (ERC). La alusión a Banca
Catalana de Jordi Terrades (PSC) le ha hecho removerse en su asiento. Santi
Rodríguez (PPC) ha mostrado un logo "vintage" de CDC en forma de
árbol y la insinuación de los "nidos que han de caer". Y si Pujol ha
acusado a Carlos Carrizosa (C's) de "tergiversar", en el turno de
Marc Vidal (ICV-EUiA) -el interrogador más duro-, ha preguntado a Fernández
quién era ese diputado.
El
momento más distendido ha sido cuando ha pedido a Isabel Vallet (CUP) que
"hablara más alto", porque se le había "acabado la pila"
del audífono. "Son las miserias humanas", ha añadido, antes de
preguntar si se había acabado la comparecencia y podía marcharse. "No.
Falta un grupo", ha recordado Fernández. Se trataba de CiU.
Pero ha
sido tras la decisión de agregar un minuto más de intervención por grupo cuando
Pujol ha dejado su frase para la posteridad. "¿Qué valor tiene un
interrogatorio de dicen, dicen, dicen?. ¿Qué papeles llevan? Escuchen no, no
les voy a contestar nada más, vayan diciendo, diciendo, diciendo", ha
espetado el expresident a los diputados, a quienes en alguna ocasión ha
emplazado a justificar las preguntas que le formulaban.
"No
contestaré absolutamente a nada, esto no es serio. No me quitaré el audífono
para no escucharles, pero hagan lo que quieran", ha dicho, a lo que
Fernández ha ironizado: "Eso es poco pujolista".
Justo
al acabar su comparecencia, su mujer salía con un taxi desde su casa rumbo a un
Parlament donde ha dejado claro que, "con todo el respeto, no iba a
declarar nada", aunque ha acabado imitando a su marido, aunque más
incómoda y con respuestas más escuetas.

Autor del artículo: Darioush